Me interesan las personas desde que recuerdo: su forma de pensar, de comportarse y de comunicarse. Las diferencias interpersonales y sus causas subyacentes han motivado mi curiosidad desde que tengo uso de razón. Los porqués y los motivos que tiene cada un@ para actuar de determinada manera frente a una situación, hicieron que me decidiera por estudiar psicología. Con una base cognitivo-conductual, me fui interesando por la corriente humanista y lo emocional, para adentrarme en el trabajo de trauma a raíz del máster en psicología general sanitaria. A lo largo de mi carrera he ido aprendiendo que somos mente, cuerpo y alma; que nuestro presente se entiende por nuestro pasado y que nuestros rasgos de personalidad vienen determinados por la genética, pero también por los eventos que hemos vivido y nos han ido moldeando.