Decidí direccionar mi camino hacia la psicoterapia desde principios de la adolescencia. Siempre me atrajo el curioso mundo de la mente. Escuchaba a mis amigos, a personas de mi entorno cercano hablar y sentía curiosidad por cómo funcionaban sus ideas, cómo canalizaban las emociones displacenteras y cómo actuaban en consecuencia; buscaba comprenderlos empáticamente. Desde que inicié la carrera me enamoré del universo de las emociones y los diversos sistemas de procesamiento que llevamos a cabo en ellas. Además de ser una Psicóloga apasionada por mi carrera, me gusta subir montañas, disfrutar de un mate (infusión) mirando el atardecer, quedarme sentada sintiendo la brisa que recorre mi cara; me gusta estar en el momento presente, me gusta contemplarlo y vivirlo. Considero que fui construyendo esta versión de mí gracias a mi formación, a mi experiencia tanto como terapeuta y como paciente. Al día de hoy me encuentro siendo una Psicóloga nómade, viajando, pero siguiendo aquello que amo, que es para lo que me formé: "mi profesión".